La racha de partidos consecutivos iniciados por un quarterback terminará en 297. Brett Favre, el legendario quarterback de los Minnesota Vikings no jugó ante los New York Giants, por lo que se perdió un partido por primera vez desde el 20 de septiembre de 1992.

Antes del anuncio oficial el quarterback había dicho a compañeros y conocidos que no sería capaz de jugar debido a la inflamación de su clavícula, producto de un fuerte golpe sufrido el cinco de diciembre, en su primer intento de pase en la victoria de los Vikings 38 a 14 sobre los Buffalo Bills en la semana 13.

Favre consiguió superar todo tipo de barreras de lo heroico a lo absurdo, incluida una enorme actuación el día de la muerte de su padre, lesiones que lo aquejaron de pies a cabeza, así como retiros ficticios y, recientemente, un escándalo de comportamiento indebido, y de camino lo llevó a la victoria en el Super Bowl XXXI, tres reconocimientos como jugador más valioso y prácticamente todas las marcas que puede tener un quarterback en la NFL.

Queda por ver si el nativo de Mississippi volverá a participar en un partido. Por lo pronto la más cercana amenaza a su imponente marca, y a muchos otros de sus records, es Peyton Manning, quien contabiliza 205 inicios consecutivos, 92 menos que Favre.

En un extraño giro del destino, la racha de Favre vino a terminar un día después del derrumbe del techo del Metrodome en Minnesota lo que provocó que el juego final se diera en Detroit.

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